Washington, 4 de febrero de 2025 – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este martes una orden ejecutiva que marca la salida definitiva del país del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La decisión, que refleja su continuo enfoque en una política exterior más independiente de los organismos internacionales, incluye también la continuación de la suspensión de los fondos destinados a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés).
El anuncio se produjo el mismo día en que Trump se reunió en el Despacho Oval de la Casa Blanca con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, uno de los principales aliados de Estados Unidos en el Medio Oriente. Netanyahu, conocido por su postura firme contra la UNRWA, ha sido un crítico recurrente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, al acusarlo de ser parcial en su tratamiento de las cuestiones relacionadas con Israel.
La decisión de Trump de abandonar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU no es una sorpresa, pues ya en años anteriores el gobierno estadounidense había expresado su descontento con lo que consideraban una falta de imparcialidad de la organización. Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha tomado varias medidas que reafirman su posición de distancia frente a instituciones internacionales que percibe como hostiles a los intereses de Estados Unidos y sus aliados.
Por otro lado, la suspensión de los fondos a la UNRWA también se inscribe dentro de una serie de acciones que buscan desafiar las políticas de la ONU respecto al conflicto israelo-palestino. El gobierno estadounidense sostiene que la agencia tiene un enfoque sesgado y que su labor ha sido contraproducente para la búsqueda de una solución duradera entre Israel y Palestina.
El encuentro entre Trump y Netanyahu también refleja el estrechamiento de relaciones entre ambos países, en un momento donde las políticas de la administración estadounidense continúan alineándose con las posiciones más duras de Israel en la región.
El impacto de estas decisiones aún está por verse, ya que la retirada de EE.UU. del Consejo de Derechos Humanos y la reducción de apoyo a la UNRWA podrían generar tensiones adicionales en las relaciones internacionales de Estados Unidos, en particular con los países árabes y otros miembros de la comunidad internacional que han criticado las políticas de Trump en torno a Israel y Palestina.
