La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) no tuvo contemplaciones con Colo Colo. A raíz de los graves incidentes registrados en las afueras del Estadio Monumental —que incluyeron la trágica muerte de dos hinchas— el ente rector aplicó una sanción ejemplar: el club pierde por 0-3 el duelo ante Fortaleza por Copa Libertadores, deberá jugar cinco partidos sin público y pagar una multa de 80 mil dólares.
El partido, correspondiente a la segunda fecha del Grupo F, fue suspendido tras el estallido de violencia que marcó la jornada del 10 de abril. Ahora, el club chileno no solo pierde tres puntos clave en la competencia, sino que además enfrenta un escenario hostil sin el respaldo de su gente en los estadios —ni en casa ni fuera— durante gran parte de la fase de grupos.
Según el comunicado de la Comisión Disciplinaria, la sanción se ampara en el artículo 24.2 del Código Disciplinario, que faculta a Conmebol a dar por perdido un partido al club que incurra en actos que atenten contra la seguridad.
La multa impuesta —más de 71 millones de pesos chilenos— será descontada de los ingresos por televisión y patrocinio, lo que afecta directamente las finanzas de Blanco y Negro.
Colo Colo aún tiene la opción de apelar, con un plazo de siete días. Sin embargo, este golpe no solo es deportivo o económico: es un llamado de atención a la dirigencia alba y al fútbol chileno en general, donde la violencia sigue sin tener freno real.
