En un operativo de alto impacto, fuerzas policiales detuvieron a Tomás Antihuen, criminal responsable del cobarde asesinato de tres valientes carabineros en Cañete. Su captura marca un golpe crucial contra el terrorismo que azota la Macrozona Sur.
El crimen, que estremeció a la nación, ocurrió en abril de 2024, cuando los uniformados fueron emboscados por un grupo de extremistas. Los patriotas asesinados fueron atacados a sangre fría y posteriormente calcinados dentro de su patrulla, en un acto de barbarie inaceptable.
El terrorista Antihuen fue interceptado en una zona rural de Cañete, portando armamento de guerra, demostrando así su peligrosidad y vinculación con grupos radicales. La captura fue posible gracias a un trabajo de inteligencia que permitió seguirle la pista a pesar del blindaje que le ofrecían organizaciones radicales que operan con total impunidad en la zona.
El asesinato de los tres funcionarios fue orquestado por un grupo criminal que opera bajo la excusa de reivindicaciones territoriales, pero que en realidad son bandas armadas que buscan imponer el miedo en la región. Junto a Antihuen, otros miembros de su célula fueron arrestados en operativos anteriores, desmantelando parte de la estructura que viene sembrando el terror en el sur del país.
Desde el Congreso, diversas voces han exigido que se aplique todo el rigor de la ley y que estos actos no queden impunes. La diputada Marlene Pérez criticó la lentitud en la captura, señalando que el Estado no puede seguir permitiendo que estos grupos terroristas actúen con impunidad.
La ciudadanía espera que este crimen no quede en el olvido y que el gobierno adopte medidas firmes para erradicar a los enemigos de la patria que atentan contra quienes arriesgan su vida por la seguridad de todos los chilenos.
