La inseguridad en Talcahuano alcanzó un nuevo punto crítico. Una madre y su hija fueron violentamente abordadas por delincuentes encapuchados en el sector Las Salinas, quienes les robaron una camioneta a plena luz del día. El violento portonazo fue perpetrado por sujetos que se movilizaban en un vehículo con encargo por robo en Concepción, lo que evidencia una vez más la total impunidad con la que se mueven bandas criminales en la Región del Biobío.
La víctima relató que su hija se disponía a abrir el portón de la vivienda cuando fueron interceptadas por los antisociales, presumiblemente armados. “Preferí entregar todo, traté de que fuera lo más rápido posible”, dijo la mujer, revelando el nivel de angustia que enfrentaron. La prioridad fue proteger la vida de su hija ante el riesgo inminente de un ataque violento.
El vehículo robado fue recuperado más tarde en el sector de Lobos Viejos, pero los delincuentes siguen prófugos. El patrón se repite: crimen organizado, vehículos robados reutilizados para nuevos delitos y un Estado que no logra prevenir ni castigar con eficacia.
Los vecinos del sector, entrevistados por Radio Bío Bío, denunciaron el aumento sostenido de hechos delictivos y exigieron mayor presencia policial. Pero las promesas de las autoridades locales y nacionales han sido vacías y sin resultados concretos. Las víctimas se sienten abandonadas y los delincuentes operan con libertad.
Chile necesita recuperar el control de sus calles. La delincuencia no puede seguir avanzando mientras las autoridades se esconden en diagnósticos y eufemismos. Se requiere con urgencia una política de tolerancia cero al crimen, fortalecimiento del rol de Carabineros y penas efectivas para quienes atemorizan a las familias chilenas.
