La reconstrucción de Valparaíso se ha convertido en un punto de tensión crítico entre autoridades y damnificados, luego de que el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, estableciera un nuevo plazo de seis meses a un año para completar la remodelación de las viviendas afectadas por el devastador incendio de febrero del año pasado. Esta declaración llega en un momento donde las cifras oficiales muestran que, de las 7 mil viviendas destruidas, solo 53 han sido entregadas a sus propietarios.
El panorama actual presenta un mosaico de números que no coinciden entre las diferentes autoridades. Mientras el Ministerio de Vivienda reporta 251 viviendas en ejecución, 300 bajo otra modalidad y 685 con proyecto aprobado, totalizando aproximadamente 1.200 viviendas en proceso, las autoridades locales manejan cifras significativamente menores. En Quilpué, una de las comunas más afectadas, la discrepancia es notable: el Servicio de Vivienda regional habla de 70 viviendas en construcción, mientras que la alcaldesa Carolina Corti afirma que solo 24 están en proceso de reconstrucción.
La frustración de las autoridades locales se hace evidente en las declaraciones de la alcaldesa Corti, quien revela no haber sido recibida por el presidente, Gabriel Boric, a pesar de su disposición para establecer un plan de trabajo conjunto. La Municipalidad, en colaboración con la organización Levantemos Chile, ha logrado remodelar 64 viviendas en el sector del Canal Chacao, actuando de manera independiente ante la lentitud de la respuesta gubernamental.
La situación ha alcanzado un punto crítico con el anuncio de una inminente huelga de hambre por parte de un grupo significativo de damnificados. Su descontento no solo abarca la lentitud en la reconstrucción, sino también la controversia sobre la división del bono de ayuda entre dos grupos de beneficiarios, evidenciando las profundas grietas en el sistema de asistencia implementado.
Como respuesta a la crisis, el Ministerio de Vivienda ha tomado medidas drásticas, solicitando la renuncia del director del Serviu de Valparaíso, Rodrigo Uribe. Sin embargo, esta acción administrativa parece insuficiente ante la magnitud del desafío que representa la reconstrucción de 7 mil viviendas destruidas durante los incendios forestales del 02 y 03 de febrero de 2024, una tragedia que continúa afectando a miles de familias que esperan una solución definitiva a su situación.