En un nuevo capítulo que evidencia la crisis que atraviesa el Partido Comunista, la Policía de Investigaciones (PDI) allanó este lunes el domicilio de la presidenta de la Cámara de Diputados, Karol Cariola, donde incautaron diversos dispositivos electrónicos por presunto tráfico de influencias en el marco del caso Sierra Bella. La diligencia, ordenada por el Séptimo Juzgado de Garantía a solicitud del fiscal Patricio Cooper de la Fiscalía Regional de Coquimbo, busca esclarecer la participación de la parlamentaria comunista en la cuestionada compra de la exclínica durante la administración de su correligionaria Irací Hassler en la Municipalidad de Santiago.
El procedimiento policial permitió la incautación de especies electrónicas, entre ellas un notebook y un teléfono celular, luego de que se descubrieran conversaciones comprometedoras entre Cariola y la exalcaldesa Hassler, que podrían evidenciar irregularidades en la fallida operación inmobiliaria que ya tiene en la mira a la exjefa comunal. Según informaron fuentes cercanas a la investigación, el fiscal Cooper estaría indagando una presunta conexión de la actual presidenta de la Cámara Baja con las gestiones realizadas para concretar la millonaria compra del inmueble.
La Fiscalía Regional de Coquimbo emitió un comunicado confirmando que las diligencias “se ejecutaron y cumplieron resoluciones judiciales en la ciudad de Santiago, autorizadas por el Séptimo Juzgado de Garantía, con el objeto de recabar diversas evidencias para el esclarecimiento de hechos que pueden revestir carácter de delitos funcionarios, como presunto tráfico de influencias”. El organismo persecutor precisó que la causa se inició de oficio y “se deriva de otra causa penal conocida como Sierra Bella”, que ha generado un fuerte remezón en las filas del Partido Comunista.
El procedimiento policial se llevó a cabo “sin inconveniente alguno y con la colaboración del entorno familiar de la parlamentaria”, según precisó la Fiscalía, mientras la investigación “se encuentra abierta y en proceso de reunión de antecedentes”. Este nuevo escándalo golpea directamente al núcleo dirigencial del PC, justo cuando la colectividad atraviesa uno de sus peores momentos políticos tras la derrota electoral de noviembre pasado y las acusaciones de corrupción que han salpicado a varias de sus principales figuras, entre ellas la exalcaldesa Hassler y ahora la presidenta de la Cámara de Diputados.
