La reciente ola de imágenes generadas por inteligencia artificial con la estética del Estudio Ghibli ha despertado entusiasmo en redes sociales, pero no todos comparten la fascinación por esta tendencia. Entre los más críticos se encuentra Hayao Miyazaki, el legendario cineasta japonés y cofundador de Ghibli, quien ya en 2016 expresó su profundo rechazo a la IA en la animación.
Desde la última actualización de ChatGPT y GPT-4o, lanzada el 25 de marzo, las redes se han inundado de versiones “Ghibli” de escenas históricas, memes, personajes y hasta momentos políticos recientes. “Hoy es un gran día en Internet”, celebraban los usuarios al ver sus imágenes transformadas en ilustraciones que emulan el estilo de películas como Mi Vecino Totoro y El Viaje de Chihiro.
Sin embargo, para Miyazaki, la incorporación de la IA en la creación artística es inaceptable. Su postura quedó clara en un documental emitido por NHK en 2016, cuando se le mostró una demo de animación generada por inteligencia artificial. Su reacción fue tajante:
“Quien haya creado esto no tiene idea de lo que es el dolor. Estoy completamente disgustado. Si quieren hacer cosas espeluznantes, háganlo. Pero yo jamás usaría esta tecnología en mi trabajo. Siento que esto es un insulto a la vida misma.”
El director, responsable de clásicos como La Princesa Mononoke y Ponyo, siempre ha defendido una aproximación artesanal y profundamente humana a la animación. Para él, el arte no es solo una cuestión de técnica, sino de emociones, experiencias y sensibilidad, elementos que la IA, en su opinión, no puede replicar.
Mientras la inteligencia artificial continúa transformando la industria del entretenimiento y la creatividad, las palabras de Miyazaki subrayan un debate crucial: ¿es la IA una herramienta legítima para el arte o un atajo que desvirtúa la esencia de la creación humana?
