La Región del Biobío sigue dando pasos concretos para dejar atrás el abandono y el deterioro que el populismo y el vandalismo dejaron en la infraestructura pública. Esta vez, las autoridades anunciaron avances para la posible recuperación del histórico edificio del Registro Civil de Ongolmo, símbolo de la desidia y el desorden que por años afectaron a los ciudadanos que dependen de estos servicios.
Recordemos que este inmueble fue seriamente dañado por el terremoto de 2010, y lo que la naturaleza no terminó de destruir, lo hicieron los grupos violentos en 2019, cuando la fachada fue atacada durante las protestas. Una muestra más de cómo la falta de respeto al Estado de Derecho termina afectando al ciudadano común, que hoy debe enfrentar largas filas y trámites engorrosos en recintos improvisados.
Pero a diferencia de los discursos vacíos, las soluciones requieren gestión y recursos bien administrados. Así lo explicó el gobernador regional, Sergio Giacaman, al confirmar que el Gobierno Regional (GORE) ya aprobó 115 millones de pesos para un estudio técnico que determinará si el edificio puede ser recuperado.
“Esta inversión responsable nos permitirá tener un diagnóstico claro y, si corresponde, avanzar en la reconstrucción. Pero todo debe hacerse con seriedad, sin despilfarros y priorizando la eficiencia”, enfatizó Giacaman.
Por su parte, la directora regional del Registro Civil, Sandra Ibañez, aclaró que la primera etapa de estudios estará lista en unos tres a cuatro meses, lo que permitirá saber si es factible rehabilitar la estructura o si la opción más sensata será demoler y levantar una nueva, moderna y segura.
“Lo importante es que volvamos a tener un servicio de calidad, en un edificio digno, sin improvisaciones y pensando en las familias que necesitan estos trámites sin demoras ni precariedad”, agregó Ibañez.
Cabe destacar que la actual oficina del Registro Civil funciona en condiciones transitorias y que la recuperación del emblemático inmueble de Ongolmo no solo permitirá optimizar la atención, sino también recuperar un espacio que fue símbolo del abandono y el caos promovido por quienes se oponen al orden y la institucionalidad.
Con este tipo de iniciativas, se demuestra que cuando hay voluntad política, gestión eficiente y respeto por la infraestructura pública, es posible avanzar, sin caer en el asistencialismo ni ceder ante la violencia que solo perjudica a los más vulnerables.
