Tras casi dos semanas de vacaciones en medio de una temporada de incendios forestales que afectaron diversas regiones del país, el presidente, Gabriel Boric regresó este lunes a La Moneda, dejando en evidencia, una vez más, su desconexión con las urgencias nacionales.
El mandatario, recibido con el tradicional, y cada vez más vacío, protocolo de la Guardia de Palacio, subió directamente a sus oficinas para encabezar un comité político de ministros. Este encuentro buscaría ordenar una administración desgastada por polémicas y fracasos, siendo el millonario traspaso de recursos desde Corfo al Fisco uno de los escándalos que más daño ha provocado a su imagen y a la de su círculo cercano.
En medio de la crisis, el gobierno también enfrenta la incertidumbre sobre la eventual salida de la Ministra del Interior, Carolina Tohá, quien, pese a su rol clave, podría abandonar el gabinete si decide ser candidata presidencial. Esto obligaría a Boric a buscar un reemplazo en uno de los cargos más sensibles de su administración, justo cuando la delincuencia y la inseguridad siguen desbordadas en las calles del país.
Pero, las tensiones no terminan ahí. El traspaso irregular de recursos desde Corfo para tapar el déficit presupuestario de 2023 sigue siendo un dolor de cabeza para el Ejecutivo. Las críticas arrecian contra el Ministro de Hacienda, Mario Marcel, y la directora de Presupuestos, Javiera Martínez, dos figuras protegidas por La Moneda, pese a la evidente falta de respuestas claras y soluciones concretas.
En cuanto a su agenda, Boric participará el martes en la promulgación de la Ley de Aumento de Agentes Policiales de la PDI, un gesto tardío ante la crisis de seguridad que su gobierno ha sido incapaz de controlar. Al día siguiente, asistirá a una actividad vinculada al turismo, intentando mostrar normalidad mientras el país enfrenta problemas de fondo que su administración prefiere ignorar.
Fiel a su estilo, el jefe de Estado, probablemente evitará responder preguntas de la prensa, manteniendo la tónica de opacidad y distanciamiento que ha caracterizado su mandato.
Finalmente, el viernes encabezará un Consejo de Gabinete antes de partir nuevamente del país, esta vez a Uruguay, para asistir a la ceremonia de cambio de mando presidencial. Un viaje más en la larga lista de distracciones del mandatario, mientras Chile continúa enfrentando las consecuencias de un gobierno que parece más preocupado por su imagen internacional que por resolver los problemas reales de la ciudadanía
