Este viernes, a los 70 años, partió Miguel “Negro” Piñera, un artista entrañable que dejó su huella en la música y en el corazón de quienes lo conocieron. Su fallecimiento ocurrió en la región de La Araucanía, tras una valiente lucha contra la leucemia.
El “Negro”, con su espíritu bohemio y su inconfundible alegría, siempre fue más que el hermano del expresidente Sebastián Piñera. Fue un hombre que vivió intensamente, disfrutó de la música, la amistad y la vida misma. Su carrera estuvo marcada por su carisma, su pasión por los escenarios y su amor por la buena compañía.
Hace un tiempo, los médicos le habían dado seis meses de vida, pero él, con su inagotable energía, siguió adelante. Estaba en tratamiento, pero aún así, pidió permiso para continuar con su gira, disfrutando cada momento como siempre lo hizo.
El lunes, su salud se complicó y fue ingresado a la UCI del Hospital de Villarrica por una trombosis en la pierna. Allí sufrió dos paros cardiorrespiratorios antes de ser estabilizado y trasladado, por solicitud de su familia, a una clínica en Temuco. Durante el martes, su estado se mantuvo grave y, rodeado del cariño de sus seres queridos, recibió la unción de los enfermos.
Hoy nos despedimos de un hombre que hizo de la vida una fiesta, que con su risa contagiosa y su amor por la música dejó recuerdos imborrables. Su legado perdurará en sus canciones y en cada historia que lo tuvo como protagonista.
Descansa en paz, “Negro”. Chile te recordará siempre con una sonrisa.