En un intento por mostrar una fachada de cohesión, la expresidenta Michelle Bachelet convocó este lunes a los seis precandidatos presidenciales del oficialismo en la Fundación Horizonte Ciudadano, buscando proyectar una imagen de “unidad” y “respeto” que contrasta con la realidad de dispersión que vive el sector.
El encuentro, que reunió a Vlado Mirosevic (PL), Carolina Tohá (PPD), Gonzalo Winter (FA), Jaime Mulet (FRVS), Jeannette Jara (PC) y Paulina Vodanovic (PS), ocurre en un momento crítico, cuando faltan apenas 16 días para que venza el plazo de inscripción de candidaturas para las primarias.
La reciente designación de Vodanovic como candidata del Partido Socialista evidencia las tensiones internas en el bloque, luego que el partido inicialmente presionara por una tercera candidatura de Bachelet. Aunque la presidenta del PS intentó desmentir divisiones en el Socialismo Democrático, la proliferación de candidaturas habla por sí sola.
Mientras tanto, la Democracia Cristiana mantiene su distancia del oficialismo. Alberto Undurraga, su precandidato, no asistió a la reunión por encontrarse fuera de Santiago, pero ya ha descartado participar en la primaria oficialista, lo que Bachelet intentó minimizar sugiriendo que “puede haber en un futuro un proyecto común”.
En declaraciones posteriores al encuentro, la expresidenta habló de “buena onda” entre los candidatos y enfatizó la importancia de las primarias, señalando que estas permitirían “asegurar gobernabilidad en un próximo gobierno”. Sin embargo, sus palabras contrastan con la fragmentación evidente de un sector que enfrenta serias dificultades para presentar un proyecto político coherente frente al electorado.
La multiplicación de candidaturas en la izquierda, seis a la fecha, refleja un bloque incapaz de consensuar liderazgos, mientras sus representantes intentan diferenciarse entre sí para captar el menguante apoyo de sus bases.